¿Sientes que algo en ti, en tu relación o en tu entorno ha empezado a desgastarse?
¿Te cuesta comunicarte, gestionar lo que sientes o entender lo que le pasa al otro?
Este espacio terapéutico está pensado para acompañarte en esos momentos. Ya sea de forma individual, en pareja o durante la adolescencia, el proceso os permite revisar lo que está fallando, explorar nuevas formas de relacionaros y encontrar soluciones reales, desde el respeto y la honestidad.
No se trata de buscar culpables ni de forzar resultados.
El objetivo es acompañarte a tomar decisiones con claridad, comprender lo que ocurre y actuar desde un lugar más consciente y auténtico.
Este espacio está pensado para acompañar diferentes momentos vitales y relacionales: procesos personales que duelen, etapas adolescentes que desbordan o vínculos de pareja que se han vuelto difíciles.
A veces, los bloqueos emocionales, los conflictos o las distancias no surgen porque alguien quiera hacer daño, sino por dinámicas que se repiten y que cuesta romper.
En la terapia trabajamos para comprender lo que está ocurriendo, ponerle nombre a lo que pesa y encontrar nuevas formas de relacionarse —con uno mismo o con el otro— desde un lugar más sano y consciente.
No hace falta tocar fondo para pedir ayuda.
La terapia también es para cuando aún hay algo que merece la pena cuidar.
Puedes contactarme como te resulte más cómodo: por WhatsApp, teléfono, email o a través del formulario.
Leo cada mensaje con atención y te responderé tan pronto como me sea posible.
No necesitas tenerlo todo claro: solo dime “hola” y vamos viendo.
Una vez tenga claro cómo ayudarte, te lo explicaré con calma.
No hay una única forma de avanzar.
Tú tendrás las opciones, los apoyos… y la libertad de decidir cómo quieres seguir.
Si lo que te propongo encaja contigo y decides dar el paso, comenzamos.
Te ofrezco un espacio seguro, estable y respetuoso.
Te acompañaré en cada etapa, con información clara y adaptándome a tu ritmo.
Aquí no se empuja. Se camina a tu lado.
La terapia no es un compromiso eterno ni una obligación.
Es un espacio para explorar lo que te pasa, comprenderlo con más profundidad y tomar decisiones desde un lugar más consciente.
Puedes empezar sin tenerlo todo claro.
Lo importante es que sientas que este es un lugar seguro, donde se te acompaña sin juicios, sin presiones y con el único objetivo de ayudarte a ganar claridad y bienestar.
Tanto si vienes solo/a, en pareja o como adolescente, el proceso se adapta a ti.
La implicación es tuya. El acompañamiento, mío.
A veces, sin pretenderlo, nos vemos atrapados en dinámicas que hieren: en relaciones de pareja, en vínculos familiares o incluso con uno mismo.
Se pierde la calma al comunicarse, se acumulan reproches, se evita lo que duele… y el malestar se convierte en rutina.
La terapia ayuda a detener ese ciclo, comprender lo que está ocurriendo y abrir espacio para un cambio real.
A veces te dices que “todo el mundo pasa por esto”, que es una etapa más, que ya se pasará.
Pero por dentro hay malestar, silencios que pesan, una sensación de desconexión o ruptura —ya sea contigo mismo, con los demás o con la vida que llevas.
Normalizar el dolor no siempre ayuda. La terapia te ofrece un lugar donde escucharlo y empezar a entenderlo.
A veces se rompe algo que antes fluía: la conexión, la confianza, la complicidad… incluso el deseo o las ganas de compartir.
Y cuando intentas hablarlo, parece imposible: todo se transforma en discusión, en tensión o en silencios que se hacen demasiado largos.
La terapia ofrece un espacio para recuperar el diálogo, comprender lo que está pasando y reconstruir desde un lugar más consciente.
La terapia no es una solución instantánea, pero sí puede ofrecer el espacio, las herramientas y la mirada externa que necesitas para comprender lo que estás viviendo, sanar heridas y tomar decisiones con más claridad.
No se trata de forzar nada ni de mantener vínculos o situaciones a cualquier precio.
Se trata de cuidarte, cuidar lo que importa… o soltar con paz, si es lo que toca.
Acompaño a personas que atraviesan momentos en los que el equilibrio emocional y la autoestima se ven afectados por las experiencias de la vida.
Sé que no siempre es fácil seguir adelante cuando algo dentro duele o se ha descolocado.
Por eso, me comprometo —con vocación y desde lo humano— a ofrecerte un espacio donde puedas reconectar con tu calma, tu fuerza y tu bienestar.
No estás sola en esto.
Pilar Viñas
Psicóloga
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